Vamos a plantar árboles!!!

Vamos a plantar Amor a los Árboles, sembrando respeto a sus Vidas, y aprendiendo de sus Sabidurías.

domingo, 31 de octubre de 2021

31. HAYA

 Averigua lo que realmente te molesta  



Todos tenemos momentos en los que estamos algo alterados, aunque no sabemos exactamente por qué.

En estos casos, a menudo la clave para volver al buen camino es invertir un poco de tiempo en hacer introspección.

Aunque los árboles no disponen de muchas opciones para resolver sus problemas, los científicos están convencidos de que tienen muchas más herramientas disponibles delo que habíamos asumido hasta ahora.

Por ejemplo, el haya es capaz de distinguir si la ha mordisqueado un ciervo y, en consecuencia, liberar taninos para que sus hojas tengan un sabor horrible. En cambio, si simplemente se le rompe una ramita a causa del viento, solo produce las hormonas necesarias para sellar esa parte y curarse.

Así que, sé más  como el haya y tómate un tiempo para averiguar qué es lo que les pasa a tus ramas.

 

               De “Sé como un árbol” de Liz Marvin e ilustrado por Annie Davidson.

 

sábado, 30 de octubre de 2021

30. Cerezo Yoshino

 Vive el presente



Cualquier afortunado que pueda ver las magníficas flores del cerezo Yoshino en persona seguro que quedará maravillado por la experiencia. 

En Japón las familias y los amigos se reúnen para hacer un picnic bajo estas hermosas flores, casi completamente blancas, durante las dos breves semanas en las que florecen.

Para los budistas, esta es una experiencia espiritual que nos recuerda que la belleza, como la vida, es efímera, y por eso debemos apreciarla mientras dure y aprovechar cada momento.

               De “Sé como un árbol” de Liz Marvin e ilustrado por Annie Davidson.

 

viernes, 29 de octubre de 2021

29 PINO SALGAREÑO

 Al igual que las personas, los árboles florecen cuando aprenden de sus experiencias pasadas.



Uno de los mayores retos a los que se enfrentan los más altos, como en el caso del pino salgareño,  es el viento que parece soplar más fuerte cuando creces en una ladera expuesta.

Si además, eres el árbol que está justo al límite de la arboleda, el aire te impacta más todavía. Es por eso que los que se encuentran justo allí, han adaptado su manera de crecer, desarrollando troncos más estrechos y fuertes, para poder resistir las embestidas de los vientos invernales.

               De “Sé como un árbol” de Liz Marvin e ilustrado por Annie Davidson.

jueves, 28 de octubre de 2021

28. SANGRE DE DRAGON

 No pasa nada por ser diferente.

 


¿Por qué encajar, si puedes destacar?

Si los dinosaurios hubieran usado paraguas, seguro que se habrían parecido al árbol de la sangre de dragón.

Su largo y grueso tronco está coronado por una copa donde se juntan todas las hojas bien apretadas entre sí para poder recoger el agua de la niebla.

Si le haces una pequeña muesca en la corteza, verás que reuma una resina de color rojo intenso. En el siglo XVII, esta resina se secaba y se exportaba a Europa, donde no es de extrañar que creyeran que tenía propiedades mágicas.

El árbol de la sangre de dragón nos demuestra que ser raro es guay!

 

               De “Sé como un árbol” de Liz Marvin e ilustrado por Annie Davidson.

 

miércoles, 27 de octubre de 2021

27. Guarea

 Céntrate en la parte positiva   



Caerse forma parte de la vida y descubrir cómo volver a levantarnos es nuestra manera de aprender.

Si eres un árbol, es más fácil decirlo que hacerlo.

Cuando llegan las tormentas tropicales a América Central y Sudamérica, los árboles como el guarea resisten todo lo que pueden, pero a veces el viento sopla demasiado fuerte y no les queda más remedio que dejarse caer al suelo.

A pesar de encontrarse inesperadamente en posición horizontal, el guarea no se da por vencido.

Enseguida vuelven a brotar nuevos vástagos a lo largo del tronco caído, que los nutre con agua y alimento hasta que están listos para echar raíces y vivir por su cuenta.

               De “Sé como un árbol” de Liz Marvin e ilustrado por Annie Davidson.

 

martes, 26 de octubre de 2021

26. Gutapercha

 Apunta a lo más alto



El gutapercha es un buen recordatorio de que nunca deberíamos dejar de aprender y crecer, ni perder de vista nuestros objetivos.

Sabe perfectamente lo que quiere y no duda de ir por ello.

Se ha ganado un puesto en la selva de la península de Malaca, donde ha aprendido que, si quiere que le toquen unos rayos de sol, tiene que crecer hasta llegar al follaje del bosque tan rápido como le sea posible.

Es por eso que crece bien erguido hasta una gran altura sin apenas preocuparse por las ramas o las hojas que tiene debajo de la copa, hasta que no llega adonde tiene que llegar.

 

               De “Sé como un árbol” de Liz Marvin e ilustrado por Annie Davidson.

lunes, 25 de octubre de 2021

25. BANIANO

 Sigue tu propio camino.



Suele haber varios distintos  caminos para  llegar al éxito., así que no todos tenemos que ir por el mismo.

El extraño y  maravilloso baniano es un gigante con la mayor copa de entre todos los árboles.

Pero no comienza su vida en el suelo.

La semilla de este inconformista emprendedor emplea su vida como una planta epífita en la grieta de otro árbol y absorbe el agua y los nutrientes de su entorno.

Cuando crece lo suficiente, extiende raíces desde sus ramas directamente hasta el suelo.

Como ves, se puede ser árbol de muchas maneras distintas.

               De “Sé como un árbol” de Liz Marvin e ilustrado por Annie Davidson.

domingo, 24 de octubre de 2021

24. SAVIA AZUL

 No te preocupes por lo que no puedes controlar



Podemos cambiar algunas cosas, pero hay otras que no nos queda más remedio que asumir. Por ejemplo, si de pronto te dieras cuenta de que vives encima de un montón de depósitos de metal venenoso, seguro que te preocuparías un poco.

Pero la savia azul ha descubierto una manera extremadamente inteligente de lidiar con la alta concentración de níquel  que hay en la tierra de Nueva Caledonia, la isla donde vive.

Gracias al ácido cítrico, es capaz de almacenar el peligroso níquel en su savia, que por esto se vuelve de color azul.

Si no puedes cambiar algo que te molesta, es más productivo que, en lugar de preocuparte, inviertas tus energías en encontrar una manera de vivir con ello.

             De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

sábado, 23 de octubre de 2021

23. ABETO BALSAMICO

 Abre tu mente al cambio

 


Los árboles no pueden hacer mucho al respecto si de repente hay una sequía o llega una fuerte ola de frío.

No tiene la posibilidad de irse a la playa durante las vacaciones de invierno.

Tienen que aceptar lo que el Universo les ofrece y adaptarse a lo inesperado, y por eso se han vuelto bastantes flexibles.

Un ejemplo de esto es el abeto balsámico, un árbol que, no deja caer sus hojas para poder hacer la fotosíntesis durante todo el año y su savia se ha vuelto tan espesa y resinosa que no se congela.

Es cierto que los cambios pueden hacernos sentir incómodos, tanto a las personas como a los árboles, pero es precisamente este malestar lo que puede ayudarnos a crecer.

 

                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

 

viernes, 22 de octubre de 2021

22. PALMA DE AZAI

 La vida está llena de pequeñas maravillas.

 


¿Alguna vez te has dado cuenta de que un simple acto de amabilidad puede alegrarte el día? El secreto para tener una vida feliz está en las pequeñas alegrías y en el poder compartirlas.

Pongamos por ejemplo la palma de azaí, que es capaz de prosperar en las profundidades del corazón del complejo ecosistema de la selva amazónica y tiene como objetivo compartir el amor.

Atrae alrededor de doscientos tipos distintos de insectos con un delicioso polen y sus hermosas bayas, altamente nutritivas y de color morado oscuro, son el alimento de muchos pájaros, reptiles y otras criaturas en busca de una golosina.

 

                                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

 

jueves, 21 de octubre de 2021

21. ALERCE DE GMELIN

 Si estás atravesando un mal momento, tómate un descanso

 


Cuando estamos cansados y nos sentimos abrumados, podemos ver el mundo de una forma muy diferente y una simple sombra puede parecernos un monstruo que vive debajo de nuestra cama.

¿Cómo podemos remediarlo?

Descansando y tratándonos con más amabilidad.

Toma nota de lo que el alerce de Gmelin puede enseñarnos.

Este experto en supervivencia crece en latitudes muy septentrionales.

Ha aprendido a sobrevivir durante los largos y duros inviernos siberianos dejando caer sus agujas y permaneciendo inactivo durante meses hasta que llega un tiempo más benigno.

         De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

miércoles, 20 de octubre de 2021

20. SAVIA AFRICANA

 Sé un buen amig@



La mayoría de los árboles son mucho menos pasivos y mucho más sociables de lo que pensamos.

La acacia africana sabe que es muy importante cuidar de los amigos.

Cuando se le acerca descaradamente algún antílope o alguna jirafa en busca de un tentempié, el árbol emite gas etileno y así avisa a sus vecinos para que puedan liberar taninos en sus hojas, una sustancia potencialmente venenosa para los herbívoros hambrientos.

Así que, aprende de la acacia, cuida de tus amigos y avísales cuando te ocurra algo malo (aunque quizás sería mejor que evitases soltar muchos gases)

 

             De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

martes, 19 de octubre de 2021

19. CHOPO BLANCO

 Marca tus propios  límites



Pocas veces te sentirás tranquilo y feliz si permites que te saquen de tu zona de confort.

Al chopo blanco se le dan muy bien muchas cosas: puede crecer en casi cualquier tipo de tierra y cuando hay un área recién despejada para ser ocupada se instala enseguida.

Pero odia la sombra.

Necesita mucha luz para florecer, así que ahí es donde echa raíces.

Es así de sencillo.  

                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

lunes, 18 de octubre de 2021

18. OLIVO

 Da sin esperar nada a cambio



Parece raro que dar nos aporte felicidad, pero es la verdad. Hay estudios que lo demuestran, pero al olivo no le hace falta leerlos, lo sabe desde hace siglos.

No sería extraño que un árbol que habita en un clima seco y caluroso, en una tierra generalmente pobre, estuviera principalmente ocupado en cuidar de sí mismo Sin embargo, el olivo produce un fruto con mayor contenido energético que ningún otro árbol, y puede seguir produciéndolo hasta que llegue a los1000 años.

Este generoso árbol ha proporcionado alimento, medicina y aceite a los humanos locales en climas implacables desde los tiempos dl Neolítico.

                                                                                        

                           De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

domingo, 17 de octubre de 2021

17. Acebo

 Se creativo



A veces la única manera de abordar un problema es desde otro enfoque, con un poco de pensamiento lateral.

Los árboles, en su infinita sabiduría, son conscientes de ello, por lo que suelen hacer brotar varios tipos de hojas a distintas alturas del tronco para maximizar su crecimiento, por ejemplo, con más o menos  células para absorber luz solar según la cantidad de luz que reciba cada hoja.

El acebo va un paso más allá y produce un mayor número de espinas en la parte más baja del árbol, ya que es más probable que algún Animal errante lo mordisquee en esa zona que en las ramas superiores.

Así que ¡sé un poco más como el acebo y no tengas miedo de innovar!

                                                                                        

                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

sábado, 16 de octubre de 2021

16. BAOBAB

 Mantente erguido



Si alguna vez necesitas un recordatorio para mantenerte erguido y estar orgulloso  de lo que eres capaz de hacer, piensa en el baobab. No hay ninguna manera delicada de decirlo: este árbol es un poco… raro.

El baobab consigue prosperar en las duras condiciones de la sabana africana y mientras que otros árboles tienen que aguantar que los mordisqueen las cabras o incluso alguna jirafa, este tiene que luchar contra la atención de los elefantes sedientos que agujerean  su blanda corteza.

Además, es probablemente el único árbol capaz de expandirse para almacenar agua, y puede llegar a vivir unos dos mil años.

Sus logros son bastante impresionantes para u árbol que parece que ccrece al revés.

                                                                                        

                         De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

 

viernes, 15 de octubre de 2021

15. ABETO BLANCO

 Descansa mucho.



“Aprovecha mientras puedas”, dicen.

¿Y cuando no puedas? Pues tómate un descanso y aligera tu carga.

Las coníferas, como por ejemplo el abeto blanco, son unas expertas en saber cuál es el momento de tomárselo con calma.

A diferencia de sus amigos latifolios, estos árboles mantienen sus agujas todo el año, por lo que pueden seguir haciendo parcialmente la fotosíntesis en los días soleados de invierno.

Sin embargo, cuando llega esta época del año se lo toman con más calma y se centran en no perder agua a través de las hojas.

                                                                                        

                           De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

jueves, 14 de octubre de 2021

14. PLATANO de LONDRES

 No tengas miedo de expandirte



Sal de tu zona de confort y te sorprenderás de todo lo que puedes llegar a conseguir.

El plátano de Londres no es un urbanita autóctono, sino que es un descendiente de los plátanos orientales y americanos, pero ha aceptado su nuevo entorno y ha sabido adaptarse perfectamente a la vida en la ciudad.

Su corteza se despega fácilmente,  por lo que puede deshacerse fácilmente del hollín y otras sustancias contaminantes, además, aguanta estoicamente a los urbanitas maleducados que les asfaltan las raíces.

 

                           De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

 

miércoles, 13 de octubre de 2021

13. CASTAÑO

 Mira el lado bueno de las cosas



Aprender a vivir en el presente significa estar dispuesto a sacar el máximo partido a los buenos momentos.

Cada mes de mayo, el castaño produce unas flores preciosas a las que llamamos candelas. Su olor atrae a una miríada de insectos, y todo el mundo está invitado a esta gran fiesta del polen.

Estas vibraciones positivas obtienen sus recompensas en forma de polinización y cuando llega el otoño, las ramas d estos árboles cuelgan pesadamente repletas de lustrosas castañas. Está claro que algún día volverá el invierno, pero, mientras brille el sol, celébralo y florece.

                                        

                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

martes, 12 de octubre de 2021

12. MANGLE

 Planifica para el futuro



A veces la vida parece una lucha constante y es muy fácil dejarse absorber por los problemas del día a día.

Aunque pensar en el futuro puede ser agobiante, planificar vale mucho la alegría.

Los mangles se han ido adaptado increíblemente bien para poder vivir en agua salada y han encontrado una manera muy ingeniosa de utilizarla para propagar las generaciones futuras de mangles.

En vez de producir semillas, unos plantones llamados “propágulos” crecen en el árbol adulto y, cando alcanzan cierto tamaño, se alejan flotando con la corriente hasta que encuentran un lugar para echar raíces.

                                        

                      De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

 

lunes, 11 de octubre de 2021

11. NOGAL NEGRO

 Cuida de tu interior




Céntrate en afianzar tu fuerza interior y así tendrás un tronco sólido sobre el que apoyarte en los momentos más estresantes de la vida cotidiana.

Los árboles son expertos en fortalecer sus troncos, ya que al fin y al cabo tienen que aguantar todo el peso de sus ramas y su follaje en losdías en que el viento sopla más fuerte.

El corazón del tronco se llama “duramen” y, concretamente el nogal negro es impresionantemente fuerte en su interior.

Es muy apreciado por su belleza y su resistencia, su duramen es tan duro que es capaz de resistir una fuerza descomunal sin hacerse añicos.

                          

                   De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

domingo, 10 de octubre de 2021

10. ALISO

 Encuentra tu lugar feliz






Cada uno necesita cosas distintas para prosperar; el truco consiste en encontrar lo que te va bien a ti.

Algunos disfrutan estando a pleno sol, mientras que a otros les encantan las exigentes condiciones que se dan en la ventosa cima de una montaña.

La mayoría de nosotros no nos sentiríamos muy bien si estuviéramos todo el día en un pantano, pero al aliso eso le va como anillo al dedo.

Su secreto  está en las bacterias que viven en los nódulos de sus raíces: el árbol les suministra el azúcar que necesitan y, a cambio, las bacterias le procuran al aliso los nutrientes de los que carece la tierra anegada. Así es cómo el aliso consigue florecer donde otros árboles no pueden.

 

                                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

 

sábado, 9 de octubre de 2021

9. CICUTA DE MONTAÑA

 Disfruta del sol




Se dice que la serotonina es la hormona de la felicidad porque una alta concentración de ella en nuestro cerebro nos llena de positividad y calma.

Aunque los científicos desconocen el porqué, nuestros cerebros liberan más serotonina cuando nos da el sol.

Desde luego no hay ninguna duda que pasar tiempo al aire libre es vital para  nuestro bienestar.

Los árboles no podrían sobrevivir sin luz solar y algunas especies, como la cicuta de montaña, necesitan una gran dosis de luz .

Así que  la próxima vez que te plantees quedarte en casa en un día soleado, ten en cuenta que, si una cicuta de montaña tuviera piernas, las usaría para ir siempre al lugar en el que más brille el sol.

                                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

viernes, 8 de octubre de 2021

8. SAUCE

 Ama el lugar donde vives



Es complicado prosperar si no cuidas de tu entorno más inmediato. Los sauces no toleran que la orilla del río esté turbia o que el río esté asqueroso; apuntalan la tierra suelta gracias a sus raíces, y convierten las sustancias contaminantes del agua en nitratos fertilizantes.

Puedes empezar a cuidarte más con algo tan simple como unas bonitas sábanas nuevas, una comida especial o una orilla del río estable.

                                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

jueves, 7 de octubre de 2021

7. ENDRINO

 Ten siempre un plan B




Nunca sabes cuándo puede haber una manada de cabras hambrientas o una plaga de polillas a la vuelta de la esquina, ¿ verdad?

Es por eso que siempre es bueno tener un plan de contingencia.

Hasta un árbol como el endrino, al que habrás notado que le van mucho las espinas si alguna vez te han arañado mientras recolectabas endrinas para hacer pacharín, tiene una segunda línea de defensa para cuando clavar un gran pincho en la piel de alguien no sea suficiente.

Cuando le rompen una rama libera jasmonato, una “hormona de la herida” experta en regulación que moviliza todos los demás sistemas de reparación y de defensa química que el árbol tenga a su disposición.

                                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

miércoles, 6 de octubre de 2021

6. Carpe

 

Sé tú mismo

CARPE



A veces es complicado ser plenamente nosotros mismos en todo momento; a menudo sentimos la tentación de comportarnos de manera distinta para complacer a los demás. Aprender a ser tú mismo significa aceptarte y estar a gusto en tu propia corteza. Los árboles no gastan ni un ápice de clorofila intentando ser algo que no son. Se centran en su propio crecimiento sin preocuparse ni lo más mínimo por lo que están tramando los demás. Fíjate en el humilde carpe. No es especialmente alto y no produce ni flores sofisticadas ni frutos deliciosos, pero lleva miles de años aquí, creciendo fuerte y firme, sin esperar que nadie lo felicite.

                                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

martes, 5 de octubre de 2021

5. Haya americana

 Adáptate a tu entorno

Haya americana



¿Alguna vez te has dejado la corteza mientras intentabas solucionar algún problema? Los antepasados del haya americana sí. Esta especie de árbol es originaria de los trópicos, donde también habitan unas molestas plantas llamadas epífitas que crecen en las grietas de su tronco. Así que, con el tiempo, el haya americana desarrolló una fantástica corteza lisa que acabó con la buena suerte de las epífitas. Procura hacer un esfuerzo consciente para desarrollar una apariencia exterior uniforme y tranquila y verás cómo pronto tus epífitas te resbalan.

                                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

 

lunes, 4 de octubre de 2021

4. Olmo

 4. Pide ayuda cuando la necesites

OLMO


El olmo no se avergüenza de tener que pedir ayuda cuando se encuentra en una situación delicada. Cuando las orugas lo atacan, libera unas feromonas para atraer a las avispas parasitoides, unos insectos que consiguen neutralizar la amenaza poniendo sus huevos dentro de las orugas. Existe la creencia que la clave del éxito es la autosuficiencia, pero el olmo sabe perfectamente que no siempre tenemos que intentar enfrentarnos a todo por nuestra cuenta. En algunas situaciones no te queda más remedio que llamar a las avispas.

                                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

 

domingo, 3 de octubre de 2021

3. Álamo

 Apóyate en los demás

Álamo



Esforzarnos para conectar con los individuos de nuestro alrededor puede acarrear maravillosas consecuencias. El álamo sabe perfectamente que si actúa como un tipo duro que no necesita a nadie no va a llegar a ninguna parte. De hecho, el secreto de la fuerza reside en que forma parte de algo mucho más grande que él. Puede que cada uno de esos troncos rectos parezca un individuo independiente, erguido, orgulloso, pero bajo la superficie  forman parte de una sola entidad y se conectan con los demás árboles de la alameda a través de un sistema de raíces. Si uno de esos árboles está más cerca del agua o de una fuente de nutrientes, puede compartir sus riquezas con el resto de la pandilla.

                                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

sábado, 2 de octubre de 2021

2. Tejo

 La Paciencia es una virtud

Tejo



Para comprender hacia dónde vamos es muy importante tener paciencia, planificar y tomarnos un tiempo para reflexionar sobre nuestras vivencias. El tejo es el abuelo sabio de los árboles; se asocia tradicionalmente con la magia y se cree que puede llegar a vivir hasta dos mil años. Es complicado saberlo con exactitud, ya que los tejo son muy reservados con su edad: los más viejos están huecos por dentro, por lo que no podemos contar cantos anillos tienen. El secreto de su longevidad se debe en parte a que, a pesar de que crecen muy pausadamente, desarrollan un extenso sistema de raíces donde almacenan nutrientes por si el árbol sufre algún daño. Así que intenta ser como un tejo, ve despacio y no dudes en envolverte en un fino halo de misterio.

                                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson

viernes, 1 de octubre de 2021

1. Arce Japonés

 

Los inicios son siempre modestos

Arce Japonés

Es normal que si tienes grandes sueños quieras cumplirlos enseguida. Pero, tal y como dijo una vez una persona muy sabia, la paciencia no consiste en esperar, sino en saber cómo manejar la espera. El arce japonés es un experto en esperar. Este arbolito crece en la montaña, donde el ritmo de vida es más lento, los inviernos pueden llegar a ser muy crudos y no conviene en sobrecargarse demasiado. Sin embargo, con el tiempo acaba produciendo un deslumbrante follaje otoñal y exhibiendo una elegante figura sin ningún tipo de esfuerzo.

 

                                        De “Sé cómo un árbol”  Liz Marvin e ilustraciones de Annie Davidson