Ayer fuimos a Rutherford, una población agraria a unos 300
km. de nuestra base, a comprar el cerco que necesitaremos todas las noches para
armarle el corral a “las chicas”.
Allí nos encontramos con un pequeño museo viviente de carros
de la familia del propietario del negocio.
Algunos en perfecto estado de conservación, con lujoso
tapizado de pana, asientos en dos direcciones, y aún en uso!