No sé a quién se le habrá ocurrido, que para festejar el
cumpleaños del Niñito Jesús, hay que decorar un pino….
Sé que antiguamente, los árboles, como casi todos los
elementos de la Naturaleza, eran venerados como criaturas Sagradas. El pino, al
ser peremne, representa el Amor incondicional de Dios; la estrella que
acostumbramos colocar en su vértice, es signo de Esperanza y Luz para guiarnos
a nuestro propio Belém en el corazón.