Déjalo correr
BOJ COMÚN
Los árboles
también reciben golpes, magulladuras y contusiones, y aunque no puedan moverse,
¡siempre siguen adelante!
En vez de
gastar energía intentando arreglar una parte
dañada o luchando contra una infección, los árboles sellan la zona en
cuestión para que no afecte al resto del tejido sano.
El boj común
es el maestro en dejarlo correr, ya que no se preocupa por las ramitas que
pierde.
De hecho, al
tener que redistribuir la auxina, la hormona del crecimiento de las plantas,
acaba creando un follaje más tupido y resistente.
Y
precisamente estas características lo convierten en el candidato ideal para ser
un seto.
O para
practicar la poda artística, si te va este tipo de cosas.
De “Sé cómo un árbol” de Liz Marvin e
ilustrado por Annie Davidson.