No te preocupes por lo que no puedes controlar
Podemos
cambiar algunas cosas, pero hay otras que no nos queda más remedio que asumir.
Por ejemplo, si de pronto te dieras cuenta de que vives encima de un montón de
depósitos de metal venenoso, seguro que te preocuparías un poco.
Pero la
savia azul ha descubierto una manera extremadamente inteligente de lidiar con
la alta concentración de níquel que hay
en la tierra de Nueva Caledonia, la isla donde vive.
Gracias al
ácido cítrico, es capaz de almacenar el peligroso níquel en su savia, que por
esto se vuelve de color azul.
Si no puedes
cambiar algo que te molesta, es más productivo que, en lugar de preocuparte,
inviertas tus energías en encontrar una manera de vivir con ello.
De
“Sé cómo un árbol” Liz Marvin e
ilustraciones de Annie Davidson