No sé a quién se le habrá ocurrido, que para festejar el
cumpleaños del Niñito Jesús, hay que decorar un pino….
Sé que antiguamente, los árboles, como casi todos los
elementos de la Naturaleza, eran venerados como criaturas Sagradas. El pino, al
ser peremne, representa el Amor incondicional de Dios; la estrella que
acostumbramos colocar en su vértice, es signo de Esperanza y Luz para guiarnos
a nuestro propio Belém en el corazón.
Dicen que las esferas que ahora reemplazan las originarias
manzanas, simbolizaban el pecado; y los lazos familiares se estrechan en
multicolores moños…
Todo muy bonito, mientras se respetaba el árbol como un noble
ser vivo que ofrecía sus ramas para el santo homenaje.
Pero qué pasó? Cuando -pasados los años- la vil industria decidió multiplicar sus
ventas, cultivando abetos destinados para esa festividad?
Cuando nos hicieron creer que era necesario (¡?) tener un
arbolito de Navidad, bien verde o bien nevado, aunque vivamos en el trópico.
Algo fácil y expeditivo –como casi todo lo que ofrece el
mercado- en una mínima maceta, que en el mejor de los casos, pasado Enero,
atrofiara las crecientes raíces, o en el peor de los casos, algunos dejarán
olvidado en “el fondo” o peor aún, irá a parar a la basura…
Y eso los que tienen suerte de tener raíces, porque sabemos
que a veces, simplemente los hachan, y a tronco desnudo, los insertan en un
pote con pelotitas simil-tierra (¡?) asegurándoles apenas unas semanas de
mantenerse en pie!
Quizá sea menos cruel, comprar uno artificial… quizá!!!
Porque a esta altura sabemos todas las implicancias de la industria
petrolera con la fabricación del plástico, y los efectos masivos de los
descartables! Por no hablar de la esclavitud silenciada de millones de chinos,
pakistanes y alrededores, confeccionando por míseras pagas, lo que del otro
lado del mundo hacen “brillar”…!
Entonces, qué hacemos?
Olvidamos las tradiciones? Las cambiamos por otras? Creamos nuevas?...
No tengo la respuesta, sólo tengo –como cuando era más
pequeñita- un pedido a Papá Noel (o a quien sea que conceda Milagros!):
Que esta Navidad aumente la Conciencia (no hace falta que
venga envuelta para regalo!) en el Alma de todos los mortales. Que dejemos de
ser “consumidores” para ser “otorgadores”. Otorgadores de Dicha genuina, de
Paz, de Alegría, de real Respeto por TODAS las criaturas del Universo y del más
allá….
Que antes de comprar, usar, fabricar, armar, poner, decorar o
lo que sea! PENSEMOS CON EL CORAZÓN! : de dónde proviene ese elemento, porqué
he de usarlo, a quién beneficio?, a qué otros podría beneficiar más realmente con ese dinero, etc…
De qué otra forma creativa podría, en definitiva, festejar el
cumpleaños de Jesús? Qué tengo yo para ofrecer?
Con qué virtud decoro mi alma?
A quién puedo alimentar con manzanas de verdad?
Con qué sonrisas puedo iluminar?
Qué estrella mostrar para guiar a otros hacia la Esperanza?
La Navidad es una Fiesta para todos, hagamos entre todos que
así sea! Respetando a todos los Seres Vivos. Abstente de talar pinos para
decorar, por favor!
Y si estás de acuerdo, trasmite este mensaje. Un mundo mejor,
lo hacemos entre todos!
Con mucha
Paz y mucho Amor,
los integrantes
de “Erase una vez un Árbol”.
GRACIAS!
Hola Maria .Hace dias que no leia tu blog y la verdad estoy anonadada de tantas cosas y de tanta aventura.
ResponderBorrarComo sigue todo ?? Espero que puedan seguir adelante. Te mando un beso grande