Vamos a plantar árboles!!!

Vamos a plantar Amor a los Árboles, sembrando respeto a sus Vidas, y aprendiendo de sus Sabidurías.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Moulinette y Smarty

Amanecida al alba, en parte por el frío y más gratamente por el canto de los pájaros.


En esta zona, tanto al amanecer como en la puesta del sol, millares, y ciertamente digo “millares”… de aves negritas y pequeñas, sobrevuelan los campos en danzas fabulosas que cubren el cielo oscureciéndolo como nubes voladoras. Es un espectáculo admirable y sobrecogedor.






Grupos en una dirección se entrecruzan con otros que circulan a contrareloj, mientras otros más lo hacen de abajo hacia arriba o en picada explosiva desde los árboles cercanos donde anidan.

Todo en medio de un piar atronador, que acalla a los gallos y silencia el viento.
Así da gusto salir del cobertor del cheq-wagon a observar los primeros rayos en un cielo prometedor de nueva vida….

Desayuno reconfortante para todos!

 Cada cual a su ración favorita.

Más tarde, los jóvenes del barrio, héroes de la jornada anterior, se acercan a saludar, comentar la jornada, hacer unos tiros al aro de basket que corona el patio común entre los camiones abandonados y la chatarra oxidada. Bernard aprovecha a darles “la clase” de forestación y cuidado del medio ambiente….

Siguen las visitas de otros vecinos o de gente que nos ve desde la ruta y para curiosa a charlar…

Pomplemousse sigue en observación, en franca mejoría, ya tomó su medicina y está en reposo disfrutando su forraje.

Baguette obtuvo permiso para sacarse el zapatito y pasar el día descalza. Aparenta estar tranquila y contenta.

Smarty está echado a la sombra, mientras Valentine, la más gorda, no para de comer. Scarlett no se queda atrás.

En eso vemos que Moulinette, quien dormía plácidamente su siesta dominguera, en el suelo desde hacía rato, comienza a dar corcoveos y abrir la boca desesperada como para tragar bocanadas de aire. Muestra los dientes a 360° (signo de dolor), patea su derecha delantera contra el piso, no logra incorporarse, y tiene los ojos más tristes del mundo…..

Loretta, su compañera inseparable, la mira como cuidándola a los pocos centímetros. No se apartó de su amiga en toda la tarde.

La mirábamos atónitos, cuando su cabeza rodó sobre el alambre electrificado y queda dura patas arriba, la panza hinchada y la respiración entrecortada. Por unos segundos, temimos lo peor.



Bernard se desespera pero entiende que es un cólico, y presto llama al veterinario de Covington.

Por suerte lo encuentra y lo atiende de inmediato. Ante los síntomas, ratifica la sospecha y le recomienda los pasos a seguir a Brd.: intramuscular de un remedio que por suerte contábamos en el botiquín de auxilios que él mismo nos había preparado. Brd. prepara la dosis, y sin perder un segundo, se la aplica entre las costillas tras la axila (¡?) derecha.

La obliga a pararse a los puntapiés y tirones limpios, y azuzada por los chicos y por mí, la hacemos caminar de la cuerda por casi una hora. Había que evitar que se duerma, y así el remedio circulaba, mientras los intestinos se veían obligados a descartar todo gas y etcs…. (se entiende)

Dábamos vueltas intermitentes al corral, con la angustia encadenada a la mano.

En eso estábamos, cuando nos damos cuenta que Smarty tampoco se levantaba desde hacía horas y respiraba muy forzado.

Bernard trató de forzarlo a pararse y no lo logró. Sin más trámites, corrió a preparar otra jeringa y se la aplicó de un solo movimiento.

Todos nuestros jóvenes ayudantes, lo empujaron hasta pararlo y bozal puesto, se sumó a la caminata en círculo. Loretta nos seguía atrás como en la cola de un velorio.

Las otras seguían comiendo no queriendo darse por enteradas.

Al rato llamó el veterinario para ver como seguía el panorama antes del anochecer.

Smarty parecía recuperarse, mientras que Moulinette casi no puede ni sostenerse.

Él volvió a recomendar la caminata, nada de comida, apenas agua si quieren –aunque se niegan a beber ni una gota- y mañana a la mañana habrá que trasladarlas de vuelta a Covington si no mejoran durante la noche.

Estamos muy angustiados. Tememos que las demás sigan el mismo cuadro, porque evidentemente es el nuevo pasto que estuvieron comiendo entre ayer y hoy….  Si ya hay dos en este estado, no queremos pensar que pasará con las otras…. Por ahora no se dan por aludidas.

Cada vez que los chicos o Brd. se detienen, las enfermuchas tienden a echarse, por lo que la procesión en calesita debe continuar….

Ya es noche cerrada, apenas un guiño de luna finita. El frío aumenta sin piedad…

Los muchachos ya se retiraron a sus casas, mañana día de escuela.

El corral es un lodo todo pisoteado, baboso, lleno de excrementos y silencios amenazantes. Faltan más de 10 horas para el nuevo amanecer.

Bernard sigue caminando en círculos cada vez más lentos, azuzándolas sin piedad para que no se detengan, no se acuesten… las vidas están en juego, y Brd. no se dejará ganar…

Las ama con locura, con pasión, como un padre…. que da su vida por ellas.  Putea, refunfuña, las amenaza con una vara, las mimosea, las acaricia, les habla dulce, les ruega, las empuja…. Está agotado, exhausto, asustado, impotente ante el dolor que siguen demostrando en cada abrir de los labios secos, en cada estirada de cogote buscando el aire, en cada patada abrupta con la delantera, como toro embravecido.

Dejo de escribir para acompañarlo. Tomo las riendas de Smarty, y el paso cadencioso del trío en penumbras. Loretta, ha dejado de acompañarnos, exhausta ante la pérdida de su amiga, decide quedare en un rincón observando, como si ella también rezara…

Todo el pueblo ya se ha dormido, no pasan autos en la ruta, ni hay luces prendidas en las casas lejanas.

Seguimos la ronda…. Bernard al frente tira del bozal de Moulinette, quien apenas avanza, en parte asustada por el levar de mi poncho que sacudo para provocarla. Con mi brazo derecho, arrastro a Smarty quien cada 3 o 4 pasos, tropieza y cae. Se revuelca de dolor, restregando su espalda en la tierra húmeda de rocío y sacude su enorme panzota entre sus patas al cielo.

Bernard me ayuda a sacudirlo para que se pare, se acomode unos segundos y siga caminando….

Cuando no es uno es el otro. Ahora es el turno de Moulinette, pero ella ya no se puede levantar. Nos mira pidiendo compasión, no quiere más…. no puede….

Es casi medianoche, estamos aterrados, y no lo podemos evitar….

No nos podemos resignar, no los podemos dejar entumecerse en el lodo oscuro.

Ambos gimen de dolor, se sacuden en revolcadas, o se acallan en un mutismo que parecieran ya no respirar.

Cada tanto una exhalación profunda y vuelta a empezar. Alguno se pone de rodillas, lo intenta, Bernard lo patea o le ruega, lo sacude, lo empuja y logra alzarlo. Caminan tres, cinco metros y vuelta a caer….

Yo decido dejar partir a Moulinette en paz. Me arrodillo contra su cabezota, y solo puedo acariciarla…. Suavemente, cantarle su canción en la oreja que ya no mueve…. Mirarla a los ojos y hablarle en secreto al corazón, pedirle fuerza, aguante… Como a una niñita, explicarle que es sólo un susto, que ya va a pasar, aunque la adulta que soy, sabe que no hay retorno. Encoge sus patas heladas sobre el pecho, me mira, me suplica que la deje…. Que solo quiere dormir….

No puedo permitirlo! No entre mis manos…. No morirá en mi falda. Estoy toda embarrada, congelada, pero no me importa, solo quiero acariciarla, acompañarla, darle reiki en la frente y en su pecho acartonado de dolor. Se relaja, se deja hacer….

Bernard desesperado vuelve a llamar al veterinario para darle el panorama. Él está en Nashville, algo más de 250 km., pero nos promete que se pone en camino, que las mantengamos caminando, que en dos horas llegaría.

Pero cómo caminarlas si no se pueden ya ni parar. Nosotros llevamos más de 6 horas caminando a los tirones, tampoco damos más… mis brazos se me salen, Bernard saca fuerza de vaya a saber dónde. Es un titán! Una lucha cuerpo a cuerpo contra la muerte…

Pasa otra hora…. Y ya ni hace frío ni hace nada. La quietud de la desesperanza lo imprime todo. Yo sólo sé pedir por un Milagro… por dos!

Suena el celular quebrando el aire helado. El vet pide instrucciones en las cercanías, en 20 minutos estaría llegando.

Moulinette ya ha cerrado los ojos y apenas alza su vientre hinchado, en espaciosas respiraciones distantes. Smarty, imposibilitado de alzarse pero mantiene la cabeza inclinada sobre la pantorrilla de Bernard que se la sostiene en un suave acariciar de crines enredadas.

En un momento dos faros alumbran a la distancia las líneas blancas de la ruta. Es Brendam! Estaciona veloz junto al alambrado. Salta la electrificación con la urgencia de quien ama y sabe lo que viene a hacer. Se coloca el foco sobre la frente y las manos dispuestas.

En un súbito movimiento, Moulinette como si adivinara la presencia de su doctor, se levanta de golpe, arquea su espalda como gato enfurecido, sus patas trepidan desafiando la gravedad, sus rodillas se quiebran, sus tobillos se desvían, es toda una marioneta a la que le han cortado los piolines. Su cuello se desploma como un tobogán encerado e hinca su hocico en el barro, muda, desesperada de dolor…

Brendam prepara una jeringa de tranquilizante y se la aplica en el cogote derecho a toda presión. Se desploma, cae…

Retoma la respiración, Brendam la ausculta, la palpa, le toma la temperatura, la observa, pone mala cara, espera….

Yo mientras acaricio a Smarty quien espera su turno a los pocos metros, suplicante, aterrido.
Brendam se acerca en la oscuridad, no me había visto, me abraza, no entiendo lo que me dice, aunque confío….

Vuelve a su camioneta-hospital y trae unos baldes de aluminio y unas bombas. Introduce una sonda en la nariz de Moulinette y otro tubo por la garganta impulsándoles no sé qué líquidos. 
Evidentemente un lavaje de estómago. Me aparto un poco, me impresiona…

La esperanza me rodea y me invita a prepararles café para cuando terminen.

Atravieso el campo en penumbra, y el hielo enfría mis lágrimas. Pero no es tiempo de llorar…. Sino de ayudar!  De acompañar….


Falta poco para el amanecer….


3 comentarios:

  1. Procuren que no coman la comida caliente eso es malísimo. Ignacio

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  2. yo venia pensando. por qué no empiezan a plantar ya. a que esperar a llegar a alaska. el primer arbol en lo de craig. el segundo y tercero donde se enfermaron las.mulas. y cada paso que transiten dejen un arbol. sean los km que sean. que feo estar pasando por este momento. toda esta gente los.acompañamos.con el.corazon

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  3. los acompañamos.con el.corazon. en.cuanto salgan de esta, comiencen a plantar el segundo y tercer arbol. y no esperen a llegar a alaska.y a cada paso siembren un arbol, un hito en su epopeya. por la salud de los enfermitos

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