Encuentra tu lugar feliz
Cada uno necesita cosas distintas para prosperar; el truco
consiste en encontrar lo que te va bien a ti.
Algunos disfrutan estando a pleno sol, mientras que a otros
les encantan las exigentes condiciones que se dan en la ventosa cima de una
montaña.
La mayoría de nosotros no nos sentiríamos muy bien si
estuviéramos todo el día en un pantano, pero al aliso eso le va como anillo al
dedo.
Su secreto está en las
bacterias que viven en los nódulos de sus raíces: el árbol les suministra el azúcar
que necesitan y, a cambio, las bacterias le procuran al aliso los nutrientes de
los que carece la tierra anegada. Así es cómo el aliso consigue florecer donde
otros árboles no pueden.
De “Sé
cómo un árbol” Liz Marvin e
ilustraciones de Annie Davidson
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