AMOR = MISION

En Findhorm, Escocia, conocí una ONG que se dedicaba a reforestar y preservar los bosques en las Highlands. Logré contactarme con el fundador de la organización, Alan Whatson, quien vivía ahí cerca de la misma comunidad.

Una vez más, apelando al caradurismo que uno logra con el paso de los años, le toqué la puerta. Me presenté, y él amablemente me invitó a pasar a su casa, a tomar un té. Arriba de la mesa de la cocina, descubrí en un santiamén, !una maceta con una araucaria!

Nuevamente, una fuera de lugar, se presentaba ante mí, ¡sin previo aviso!

Alan comenzó a contarme su historia: Cuando él era sólo un niño, vio ese extraño árbol en el patio de su escuela, en Edimburgh y se enamoró a primera vista. Buscó y buscó y nunca más se topó con otro similar. Cuando ya de grande, su amor a los árboles, lo llevó a estudiar biología en la universidad, investigó sobre las araucarias, y emprendió su pasión por las mismas. Viajó a Chile y a Argentina, recorriendo los bosques en búsqueda de ese extraño ejemplar.

Entonces dejó su taza, se paró frente a su biblioteca, y con emoción retiró tres libros que me puso delante, sobre la mesa. Tres hermosos volúmenes de fotografías. 

Dos de su autoría y otro de Lucas Chiappe: Alma de Bosque. ¡No lo podía creer! 

Había conocido ese segundo libro, en la recepción de un hotel chileno, muchos años atrás. 

Luego supe que el autor también es patagónico, y como me contó Alan, se conocieron e hicieron amigos, en ese primer viaje a la Argentina. Se me hacía imperioso hacer contacto con Lucas y saber más, sobre su laborioso trabajo para salvaguardar el bosque de Epuyén, ¡ya desde los años setenta!

El hermoso libro de Alan, retrataba sublimes paisajes de araucarias, detalles de la flora y fauna que las visitan, y un exhaustivo relato de la vida de los bosques con estas especies.   ¡Maravilloso! 

Y maravilloso encuentro para una tarde inesperada, una tarde más, para convencerme de que las casualidades no existen, que todo es por algo, y que yo estaba allí para aprender, para seguir la posta, ¡para pasar el mensaje de AMOR a los Árboles!

                                           Y vos?   ¿Ya sabés tu Misión?