Hola a
todos!!!
De nuevo por
acá…
Es decir, en
nuestra Aventura de salir a plantar Árboles de Alaska a Ushuaia!
De nuevo en
este espacio virtual de nuestro blog “Erase una vez un Árbol” para ir
compartiéndoles paso a paso nuestros avances, nuestras alegrías, y a veces –porqué
no?- también nuestros temores.
Lo cierto es
que Bernard estuvo desde Febrero, en pleno invierno americano!, entrenando las
mulas y reorganizando el campamento en Salem, Arkansas.
Lo ayudaron
los anfitriones del año anterior: Lornee y su adorable esposa Norah con sus innumerables favores; Lori y
Don, quienes nos albergaron en una cabaña aledaña a su granja, y Robert con el
cobijo de su impecable establo. Así
también lo asistieron, incontables vecinos y eventuales visitantes, con las
infaltables preguntas, el simpático asombro y los generosos consejos.
Apenas
asomada la Primavera, tomó impulso para mudarse a un campito al costado de la
ruta 19, para testear esto de ir moviéndose como nómade poco a poco.
Reacomodar
los bártulos, cargar “las chicas” en el tráiler, ajustar todos los tornillos,
tuercas, maderitas, ganchos, botones y etcs. varios, le llevó unas cuantas
semanas.
Ya más práctico,
decidió avanzar hacia Missouri, donde su amigo Kissis y la amable Judith, lo
esperaban.
El verano,
con sus 30°C también!
Por mi
parte, dejé de ponerme excusas, corrí los miedos, y vine a su encuentro y el de
las mulas! Y los wagons por supuesto!
Aterricé en
Saint Louis, el martes 19/6 casi al amanecer, y tras la Aduana, Bernard me
esperaba con su sonrisa y el nuevo integrante del clan: Buffalo!
Su nombre
asusta más que su apariencia de bebé juguetón e inofensivo, aunque ya lleva en
su haber, la cacería de dos ratones.
Nos
acomodamos en la camioneta…. Es un decir!
Porque el cachorro no se resistía a dejarme el asiento de acompañante.
Destronado y con un poco de celos, me ladró y tiró tarazcones para reconquistar
su espacio. Como todo en la Vida, no hay Amor que todo lo cure: con unas
cuantas caricias, y aceptando mi regazo en señal de Paz, nos hicimos amigos
casi inmediatamente.
Cinco horas
de trayecto por las verdes colinas de este Estado, nos trajeron al nuevo
campamento base en Alton, un pequeñísimo poblado en el Sur. Estamos aún más alejados
de la civilización! Este campo, bellísimo por cierto! está a media hora del
pueblo, por un majestuoso camino de tierra, igualito a nuestra portada de la
foto de la web! cómo preanunciándonos el real inicio!
Desensillada
y a trabajar!
La mano
femenina no se hizo esperar: había que “encontrar” muchos elementos “perdidos”
en el nuevo orden (¡?) de Bernard, quien no se caracteriza por la memoria de
dónde va dejando tiradas las cosas. Aunque sí tiene montones de otras virtudes,
no me mal interpreten!
Por otro
lado, yo soy una mezcla de obsesiva y controladora, lo que da una saludable
combinación, y nos complementamos con los beneficios!
Manos a la
obra y zapatero a su zapato!
Él se puso a
armar bozales y ajustar arneses, y yo a correr con la escoba a mis tocayas
hormiguitas, ocupas arañas y otros bichos molestos como moscas, mosquitos,
garrapatas, y otros indeterminados.
Dicen de prestar atención con los ratones y las culebras en los pastizales,
pero por suerte, por ahora sólo ví burros, caballos, ovejas, sapos y algunos
ciervos….
Por las
noches, las colinas y los árboles circundantes, se iluminan con millones de
luciérnagas, y nos acompañan además las estrellas y la luna in crescente! Más
que bello…. Magnífico!
2. Alton
Día de
compras en Wall Mart, y alfalfa en los corrales de los amish.
Hay que
aprovisionarse para dos semanas, y no es cuestión que nadie pase hambre.
Habrá
esfuerzos físicos para todos y nada como una buena recompensa con la pana llena
y unas cervecitas heladas al atardecer…
El único
problema es que no tenemos heladera, y mucho menos electricidad, por lo que
serán “al natural”, como la Vida misma!
Por mi parte
habituándome a mi nuevo vestuario de shortcitos y alpargatas que el calor
impone, junto a los aromas bostianos de la hierba húmeda al amanecer.
Por la
tarde, varios visitantes y curiosos, se acercaron a ver “de que se trata” esta
manifestación de nuevos ocupantes en estas tierras tranquilas. Bernard desplegó
entonces, sus dotes de orador y conferencista y dio amplias explicaciones de
nuestros próximos quehaceres en contra de la Deforestación, con el comienzo de
la caravana en las próximas semanas.
La cocina
colmada con manjares para elegir, nos conformamos con unos tacos mexicanos,
rellenos de crema de champignons (en lata) y fetas de queso envasado. Todo muy
americano!
Y como sana
costumbre, el día acaba con la luz, como así también comienza a las 5,30 am con
los primeros rayos de febo!.
3. Alton
Finalizadas
todas las tareas de orden y limpieza, incluídas aceitar ruedas y untar cierres
relámpagos de las capotas con jabón, nos tocó día de entrenamiento.
Hacía rato
que las mulas no empujaban de los carros, por lo que Bernard y su amigo Kissis,
comenzaron primero a pie, y luego con un sulky liviano.
No sé quién
se cansó más, tras tres horas de trabajo bajo el sol, si Pamplemousse y
Scarlett o el amo.
Lo cierto
que a las 16, dimos por finalizada la jornada con unos mates argentinos! Para disfrutar mientras alcance la yerba….
(hay solo 1Kilo y aquí será un Milagro encontrar más).
El calor
aprieta, las moscas zumban alrededor, la sombra está lejos, y la lluvia
prometida se hace rogar…. Tardecita
para siestear….
Por hoy ya
agotada, mañana les cuento más.
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