Hoy le tocó el turno a “las cajas”.
Revisar el gran embalaje proveniente de Miami con las
pertenencias personales de Bernard en Paramaribo, más otras con elementos de
camping preparados para emprender la aventura….
Así que armamos la carpa para asegurarnos su estado de
conservación y tamaño….
Y oh sorpresa!!!: tiene entrada para mascotas! Pero 2
ventanas laterales no tienen cierre, sólo el mosquitero!
A quien se le ocurre
fabricar una carpa modelo primavera-verano solamente??? Y no avisarlo ni en la
caja ni el vendedor.
Qué chasco! Y justo que se nos viene el invierno…! Habrá que poner a prueba la creatividad para
emparchar esta situación, porque ya es tarde y lejos para el cambio o la
devolución… veremos, veremos, y ya nos
congelaremos….
Mientras María comenzaba a “empacar” (no suena lindo decir “encajar”!),
Bernard avanzaba con más detalles finales en Pourquoi Pas, a saber:
- colocación de espejos retrovisores, no es cuestión que nos
sorprendan por atrás.
- colocación de soporte para arneses. Tras la jornada de
arrastre, al liberar a las mulas de semejante yugo, hay que colgarlos de alguna
parte, para que se oreen y por una cuestión de orden.
- colgada de los 3 recipientes que portaran la comida
nutritiva de “las chicas”, en caso de falta de verdes prados. Más vale prevenir
que llorar. Si ellas no comen, nosotros no avanzamos….
- las valijotas plásticas exteriores? Llevan el botiquín
veterinario, los cepillos, botitas tipo skippy (que ahora están a la moda
reemplazando las herraduras), bozales, sogas, ganchos, el corral eléctrico
(baja tensión obviamente!), baldes, etc… sólo les faltaría llevar baberos y
pañales!...
Mientras tanto, en la habitación del hotel en el que
habitamos provisoriamente, dos angelitos nos visitaron esta mañana:
la señora
de la limpieza, mamá responsable que no tenía con quién dejarlos, los trajo a
su trabajo y mientras le hacían compañía. A mí me encantó la visita!
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