Esta mañana salimos rumbo a la frontera Suriname- Guayana Francesa.
Tras dejar atrás el puente sobre el río, a la salida de
Paramaribo, la ruta transita por unos poblados rústicos, semi agrícolas, cuyas
poblaciones se reparten entre descendientes de hindués, chinos, amerindos,
indonesios, javaneses y africanos.
Este mix de razas se lee en la variada arquitectura de sus
casas, la disposición de los negocios, pero por sobre todo por sus templos. No
es de extrañar que frente a los bulbos de una mezquita haya un templo hindú,
con todas sus estatuas y elefantes. Cien metros más allá una sinagoga, y algo
más lejos la semiluna con su estrella roja se hincan en el tejado de uno chino.
Unos rodean sus viviendas de jardines verdes, otros dejan la
tierra roja a la vista desnuda de cualquier planta, y las hay construídas sobre
superficies de arena blanca, acarreada de los alrededores, ya que antiguamente
este sector del mundo era un mar!
Pero lo que más me llamó la atención, fue la densidad de la
selva que nos acompañó con toda su salvajidad, todo a lo largo del camino,
majestuosa! Virgen! Impenetrable….
Hasta que de repente, glup!!!! Se conviertió en sabana…
Mejor dicho, “la convirtieron”!!! en una planicie vacía, árida, absolutamente
hecha charco, ya que al carecer de vegetación, toda esa superficie es un gran
bañado.
A los pocos metros, un gran cartel inmobiliario anunciando
el futuro barrio cerrado a construirse en ese gran loteo (aproximadamente 10
ha.!)!! y como muestra de promesa futura, unas
pequeñas casas desparramadas en el lodazal….
Los 30° C de un día a pleno sol imploraban la sombra de los
árboles que habían sido quitados con el único criterio de comercializar
absolutamente la madera de los mismos.
Cada tanto, enormes parvas de rollizos gigantes, diría 1
metro de diámetro por 20/25 metros de largo, se apilaban como tumbas de
deshonrados cementerios.
Más tarde me contaron, que el único árbol que los asesinos dejan
en pie, es el del algodonero. Cada pocos kms. puedes ver alguno en la
lontananza gritando su desamparada soledad, como huérfanos abandonados a su
suerte.
La ridícula creencia popular del “señor propietaio” de estos
lotes, es que en el interior de los algodoneros habitan fantasmas, y que si tu talas alguno de estos ejemplares, te
acreditas la mala suerte de por vida….
Lástima que no piensa en la mala suerte que corrieron todos sus
hermanos árboles que sí taló y que sigue haciendo talar inescrupulosamente todo el día
los 365 días del año, sin más urgencia que llenar su bolsillo!
Una flota de camiones enormes recorre intermitentemente la
misma ruta que nosotros, cargados de los troncos sin vida, rumbo al puerto,
destino China!.
Cada vez que pasamos alguno se me anuda el corazón.
La angustia muda de ver cómo desforestan la selva a cambio
del silencio y la ceguera de las autoridades pertinentes, me hace saltar las
lágrimas. La impunidad a cambio de
verdes dólares!
El rastrillaje sigue y sigue durante veintena de kilómetros,
la superficie destinada a esas futuras construcciones parecería más grande que
la que ocupa actualmente la mismísima capital del país.
Quiénes irán a vivir allí? En ese páramo encharcado de
injurias a la Madre Tierra? Para quién
se está construyendo…? Se nos está
anunciando la invasión pasiva de asiáticos a nuestro continente? Porque aunque
nunca me hablaron de estas tierras en la escuela primaria –ni nunca más tarde
tampoco- como si no las viéramos, como si no pertenecieran a América Latina!
Es cierto que hasta hace 25 años eran colonia holandesa y
obviamente a los rubios no les interesaba integrarse a este “nuevo mundo”, pero
mucha agua ha pasado ya…
Aquí la gente local sufre la pobreza y el desamparo de una
dictadura instaurada por unos pocos ricachones que explotan la minería, y la
comercialización de la madera, únicos y más que suficientes recursos
económicos.
Yo me pregunto: -“Quién les ha otorgado el Derecho a la Vida
de los Árboles a estos “señores feudales”?
Por qué designio divino se creen con el Poder de destruir la Naturaleza?
A qué nivel de ignorancia llegan los que tendrían la
posibilidad de detener este atropello?
Es que no se dan cuenta que sin el oxígeno que produce esta selva, no
tendrán ni qué respirar cuando sus bolsillos estén llenos?
Siento el dolor de estas nobles criaturas verdes, dispuestas
a darnos Vida, inmolándose en un silencio que nadie ve. Caen derrotadas ante
los brazos destructores de enormes grúas amarillas y retroexcavadoras con patas
de oruga, en el grito mudo de millares de hojas haciéndose polvo contra el
suelo, para no volver a elevarse jamás!
“Jamás” se podrá reconstruir este ADN de nuestro planeta,
que lleva milenios autogestándose!
Que no nos mientan más con el versito de la reforestación!
Jamás un árbol plantado tendrá el vigor, la historia y la fuerza de lo que
éstos ejemplares únicos contienen. Son amos de una Sabiduría secreta que se
está callando con ellos…
Cuántos años le lleva a un árbol crecer hasta su digna
altura? y en que pocos minutos lo voltean sin compasión!
Qué diferencia hay entre acribillar a una persona? A una
vaca? A un pez? O a un árbol?
Somos todos seres vivos con los mismos derechos a la Vida!
con una función encomendada con un fin! designio divino de una Energía Creadora
más allá de nuestra Razón!
Es que no aprendimos nada de las guerras? Los genocidios?
Las invasiones? Las plagas? ….
Cuánto más dolor deberemos transitar antes de haber
aprendido la Lección del Amor? la
igualdad como seres divinos que TODOS SOMOS!
El respeto a lo diferente? La
Aceptación a la diversidad?
Me siento impotente ante este cruel agravio! Uno más de todas las cicatrices que de un
modo u otro le estamos desgarrando a nuestro Planeta Tierra! a cada instante…
Me transpiran las manos, lloro…
Qué debo hacer ante esto?
Seguir mi paseo por el mundo cómo si nada… sólo ví unos camioncitos cargados con
troncos…
Bernard, quién transitó por aquí en repetidas ocasiones
anteriormente, me señala el exacto punto dónde un día, él decidió “hacer algo!”
Dónde de alguna forma se empezó a gestar esta aventura de ir a “plantar árboles!”
Y yo exactamente aquí tomo mi compromiso de mi mínima,
pequeñísima misión que es participarles de esta odisea, de estas “ganas” de
empezar a hacer “algo”. Sabiendo que son acciones tan minúsculas, cuasi
insignificantes, como la piedra de David ante Goliat…. Como unas gotas en el
mar… Aunque confiados en que la “Unión
hace la Fuerza”, en que “un Camino comienza con un Paso”, en que la “Conciencia
Universal” nos está llegando a todos… en que “Lo poco que puedas hacer, hay que
Hacerlo!”, como reza nuestra web www.eraseunavezunarbol.com !
Y allí vamos, con nuestra mejor disposición, a poner
nuestras manos al servicio del Planeta, donde confiamos que es nuestro mejor
lugar para habitar Todos EN PAZ!
Gracias por acompañarnos!
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